Sin que te des cuenta

Sin que te des cuenta...

Aquí estoy, como siempre, pensando en ti.

Y preguntándome si seré yo aquello 

que entra en tu mente cada vez

que miras un punto fijo en el horizonte,

cada vez que pareces transportarte a un maravilloso mundo,

del que no quieres regresar.

No sé como, ni desde cuándo

abarcas tanto espacio en mi mente, en mi alma, en mi ser.

No sé desde cuándo dedico tantas páginas a escribirte,

tantas horas a dejarte el espacio completo de mi mente,

para que entres y me digas todo aquello que quiero escuchar

y que siento que sólo existe en las fantasías que tengo contigo,

cuando estoy a solas, mirando el atardecer.

Quisiera entender por qué mi mundo ha cambiado tanto desde que llegaste.

Ya no se conforma de la naturaleza, de mi familia, de mis amigos y de la vida.

Ahora hay algo que simplifica el mundo entero para mí: TÚ.

Me encantaría que tu mirada no fuera 

en lo primero que pienso al despertar,

y me gustaría ya no imaginarme tus besos

antes de sumirme en un profundo sueño, 

donde siempre estás tú.